A diferencia de los implantes, la toxina está indicada para la reducción temporaria de las arrugas dinámicas como verticales del ceño, horizontales de la frente ante el asombro y patas de gallo entre otras.
El producto se inyecta directamente en la zona a corregir y los resultados esperados permanecen por 4 a 6 meses. Una gran mejora en la apariencia facial su puede ver dentro de la primera semana de la inyección.
Este tratamiento se puede combinar con implantes faciales y otras técnicas de rejuvenecimiento.
Caso N°1. Arrugas dinámicas frontales y ceño fruncido en mujer de 40 años, tratadas con 40 unidades de toxina botulínica a los 4 meses.
Caso N°2. Arrugas frontales horizontales en una mujer de 65 años, tratada con 40 unidades de toxina botulínica. Resultados a los 4 meses.
Caso N°3. Corrección de arrugas laterales (patas de gallo), a los 4 meses.
Caso N°4. Tratamiento de bandas musculare del cuello a los 5 meses.